jueves, 28 de julio de 2016

UN TRANVÍA LLAMADO DESEO



Por Daniel Peñaranda Pinto

Continúan las sesiones de cine-debate con “Un tranvía llamado deseo”, adaptación cinematográfica de la obra de teatro homónima de Tennessee Williams, dirigida por Elia Kazan, protagonizada por Marlon Brando y Vivien Leigh, y nominada a 12 premios Óscar en 1952.

El director

Elia Kazan
Elias Kazanjoglous (1909-2003), fue ampliamente reconocido como uno de los artistas más innovadores e influyentes del siglo XX en Norteamérica. Como director de teatro, reforzó el trabajo de dramaturgos importantes (Arthur Miller y Tennessee Williams); Kazan dio a conocer y descubrió a algunos de los actores más influyentes de la pantalla (Marlon Brando, James Dean, Warren Beatty y Natalie Wood); además creó un tipo de cine que ha influido en generaciones de cineastas (“Un tranvía llamado deseo”, “Al este del paraíso” y “Nido de ratas”).

El filme

“Un tranvía llamado deseo” se sitúa en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial, en un barrio pobre de Nueva Orleáns, donde proveniente del sur, llega de visita al pequeño departamento de su hermana Stella, la refinada Blanche, intentando huir de su pasado vergonzoso (el suicidio de su esposo, la pérdida de sus bienes, la destitución de su trabajo como maestra, y su posterior vida disipada). Stanley Kowalski esposo de Stella, es un emigrante polaco de segunda generación, que trabaja como obrero.
Blanche (Vivien Leigh) y Stanley (Marlon Brando)
La relación entre Blanche y Stanley es tensa: son dos mundos opuestos, un choque cultural y social en constante conflicto, pero que al mismo tiempo se atraen. Blanche es frágil, sensible, refinada e imaginativa, y representa a la aristocracia terrateniente venida a menos; Stanley es machista, agresivo, insensible, áspero, materialista, y pertenece a la clase obrera. Mitch -amigo  de Stanley- tiene un romance con Blanche, mientras Stanley, descubre la verdad sobre el pasado de ésta.

Vivien Leigh, Tennessee Williams y Elia Kazan
“Un tranvía llamado deseo” se estrenó en 1951, momento en que Hollywood estaba subordinada a la censura extrema. El guión del filme, escrito por el mismo Tennessee Williams, tuvo que adecuarse a las reglas del Código de Producción y la Legión Nacional de la Decencia, quienes definían lo que se podía o no podía mostrar en las películas estadounidenses.

La cita es este lunes 1 de agosto, en el auditorio de la OCIC-SIGNIS, Baptista Nº 110. La función inicia a las 19:00.



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